La compasión como autocuidado
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Tiempo de lectura 2 min
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Cuando me estaba recuperando de la adicción a la heroína, aprendí a practicar la atención plena durante mi rutina de cuidado personal, de la que hablo con frecuencia en los blogs de Halo 42. Entre los muchos beneficios que se obtienen de la atención plena, incluida la reducción del estrés y la ansiedad, he desarrollado una nueva comprensión de la autocompasión, un término que a menudo se malinterpreta. Voy a explicarle la compasión, sus beneficios y le brindaré algunos pasos prácticos que puede seguir para llevar la compasión a su propia vida a través de su rutina de cuidado personal.
Compasión proviene de la raíz latina compa-pati , que significa "sufrir con", y si ese es el significado de compasión, entonces ¿cómo aplicamos esto al sufrimiento que ya está sucediendo dentro de nosotros?
La compasión nos permite convertirnos en mejores amigos, socios, padres, líderes, maestros y miembros de la comunidad. Si nos fijamos en las figuras influyentes de la historia que son conocidas por su naturaleza compasiva, tienden a ser grandes líderes de movimientos religiosos, políticos o de derechos humanos. Estos líderes asumen las luchas y cargas de los demás, tal como lo hace un padre con su hijo, con la esperanza de difundir un mensaje de amor, positividad y cambio a través de acciones compasivas.
Tu rutina de cuidado de la piel es el catalizador del cambio para tener amor y compasión dentro de ti.
Reconoce que tu piel no te define y que tu piel es tu protectora. Tu piel actúa como una barrera contra todo lo que daña el medio ambiente. Absorbe y lucha contra los contaminantes externos como la suciedad, los productos químicos tóxicos, la radiación y los dañinos rayos UV a diario. ¡Nuestra piel está sufriendo!
El ser vivo de tu piel no sufre. No me refiero a tu sistema digestivo o cardiovascular; Estoy hablando del asiento de tu alma. Me refiero a la voz interior. Esto no es sufrimiento. Este espíritu es tan perfecto como lo era cuando nació y permanecerá impecable sin importar lo que hagas. Ésta es vuestra luz interior; esta es tu pureza.
Ahora que te has separado de tu piel, quiero que mires tu piel y quiero que notes en todas las formas en que te duele. En mi caso, tenía manchas en la cara por pellizcarme, llagas en la boca y me sangraban las encías por la mala higiene bucal y los químicos que fumaba. Con atención y delicadeza, hazle saber a tu piel que le estás brindando cuidados que pueden mejorar sus dificultades. A través de un cuidado constante de esta manera, yo y muchos otros hemos aprendido a encontrar el brillo y a ponernos un halo, y ahora es el momento de que tú hagas lo mismo.
Cuando empieces a practicar esto contigo mismo, llévalo al mundo. Acéptate a ti mismo, acepta a los demás, ponte tu aureola y encarna la belleza.